LA HIPOCRESÍA

El día 23 de septiembre es una llamada de atención sobre una forma de esclavitud que podemos ver a nuestro alrededor: la trata de personas. Rememora la primera ley contra la prostitución infantil, fue en Argentina hace cien años.

El siglo se agotó y el tráfico de personas ahora lo dirigen poderosas organizaciones criminales, que no conocen de fronteras, idiomas ni edades. Sus víctimas, mayoritariamente, son las mujeres y las adolescentes. Y lo podemos ver en las cunetas de las carreteras o “rotondas del amor” (doloroso sarcasmo). Mujeres con apenas ropa que, cada día, haga frío o calor, una furgoneta las distribuye en los cruces de caminos. Colocan la silla de plástico y esperan; algún coche se detendrá y el conductor las usará como mercancía. A lo lejos el hombre de la furgoneta cuenta y calcula ingresos.

¿Alguien, razonablemente, puede pensar que estas mujeres están en las cunetas por gusto o diversión? ¿Alguno puede creer que, por hobby, se exponen a los riesgos de agresión o de enfermedades? Es importante que la sociedad comprenda que la mayoría de estas mujeres son traídas a España con engaños y obligadas a prostituirse para pagar la deuda. Deudas desorbitadas que nunca podrán saldar porque les cobran por todo. Es la hipocresía de nuestro tiempo.

La razón ultima de la tolerancia social la encontramos en que se trata de un negocio que genera dinero a millones con el comercio de personas; parte de ellos destinados a crear la apariencia de normalidad y ocultar la esclavitud. Se normaliza por ejemplo, a través de los anuncios de prostitución.

¿Hablamos de mercancías …. o de personas despojadas de su dignidad al ser explotadas sexualmente por su situación de vulnerabilidad y necesidad? Como hace cien años hablamos de derechos humanos vulnerados.  Para protegerlos contamos con instrumentos legales: pena de prisión para los tratantes; protección de mujeres inmigrantes indocumentadas que colaboran en desmantelamiento de las mafias; ONGs de apoyo. Queda pendiente el rechazo social unánime; campañas que reduzcan la demanda de prostitución y el no a los anuncios de comercio de seres humanos.

Es día de llamar la atención sobre la esclavitud y de decir no a la hipocresía que la tolera. Se lo debemos a todas las mujeres esclavas

Fuente: ANDALUCES