martes, 8 de octubre de 2013

EL COMPROMISO


Inmaculada Montalbán

Inmaculada Montalbán

Magistrada y vocal
del Consejo General
del Poder Judicial,
 donde ocupa las
presidencias del
 Observatorio contra
la Violencia Doméstica
 y de Género y de la
 Comisión de Igualdad.
Hasta el mes de septiembre
 de 2008 estuvo destinada,
 como magistrada, en el
Tribunal Superior de Justicia
 de Andalucía. Es la primera
 mujer andaluza que forma
 parte del órgano de gobierno
de los jueces.

“Cuando yo oí a aquellas mujeres de Bosnia contar las atrocidades que habían sufrido, supe que yo tenía que hacer algo. Algo teníamos que hacer”. Así lo dijo Elisabeth Odio Benito, con la firmeza de quien ha visto desfilar la crueldad en la Corte Penal Internacional y con la fragilidad que aparenta con su lento caminar, tributo de los años. Se puso manos a la obra y en su labor de jueza comenzó a utilizar la “perspectiva de género” como criterio de interpretación de las normas penales internacionales.

Mientras sus colegas aplicaban tradicionales criterios de interpretación, como el tenor propio de las palabras, el contexto o los antecedentes históricos, ella comprobaba que se quedaban cortos, que no servían para desvelar la especialidad brutalidad y revelar los daños añadidos que se inflige a las mujeres en los conflictos armados, como aquel que estalló en el corazón de Europa hace dos décadas.

Las violaciones de niñas y mujeres siempre han sido un instrumento de guerra. Se utilizan para demostrar el dominio y poder del agresor, al tiempo que pretenden vaciar de dignidad los cuerpos de las mujeres. Son delitos de violencia de género. Sin embargo, la especial intencionalidad y brutalidad en las agresiones sexuales a mujeres con frecuencia se diluye, con facilidad, en las tormentas de fuego y muerte de la guerra y sus miserias.

Elisabeth Odio ha conseguido, en sus sentencias, desbrozarlas entre tanta crueldad de la guerra. Con la perspectiva de género, a través de sus sentencias, ha podido decir al mundo que estas agresiones sexuales son delitos por razón de género y crímenes de lesa humanidad, lo que permite su persecución por tribunales internacionales y no cabe prescripción o perdón con el paso del tiempo.

La vida ofrece oportunidades para reconfortarnos con nosotros mismos, y a veces aparecen en forma de compromiso. Cuando Elisabeth recogió el Premio del Observatorio por su destacada labor contra la violencia de género, en la sede del Poder Judicial, emocionada dio las gracias porque el galardón le reafirma y empuja a seguir trabajando contra la pesadilla de la violencia que sufren tantas y tantas mujeres, en todos los países, también en los llamados civilizados. Tenemos su compromiso y esto nos reconforta.


Fuente: ANDALUCES

No hay comentarios:

Publicar un comentario

8M Día internacional de La Mujer “POR TI PRIMERO”

La dificultad de  acceso de las mujeres  a puestos de responsabilidad, la feminización de los cuidados, así como la falta de corresponsabili...