Las mujeres solas dan el paso más tarde que en pareja pero empiezan a adelantar una decisión muy meditada. El estrés por la sobrecarga de responsabilidades es su principal dificultad y las preguntas del niño su gran temor.
Cada año, 1.500 mujeres en España deciden ser madres sin tener pareja por técnicas de reproducción asistida, según la Sociedad Española de Fertilidad, una cifra que se ha cuadruplicado en los últimos cinco años y a la que hay que añadir a las mujeres solas que deciden adoptar. En Sevilla, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística,el 35% de los niños nacidos son de madres no casadas, aunque no se distingue si tienen pareja pero no han formalizado la unión o realmente están solas. Ayer, la Asociación Española de Madres Solteras por Elección, surgida en 2007 de un foro de internet y que tiene ahora 407 socias, celebró en Sevilla su reunión anual para intercambiar experiencias que comparten e informar y orientar a mujeres que estén pensando dar el paso, sobre todo, para demostrarles que serán capaces de afrontar la maternidad en solitario y que no son bichos raros ni egoístas por querer ser madres sin “esperar al príncipe azul”, explica su presidenta, Pilar Castellanos.
El Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla, bajo la dirección de la profesora María del Mar González, está realizando un estudio sobre Nuevas familias monoparentales. Madres solas por elección, con una muestra en la que compara el perfil, problemas y formas de afrontarlos de 80 mujeres que han tenido hijos solas (41 por adopción y 39 por reproducción asistida) con otras 82 madres con pareja igualmente adoptantes (43) o con un tratamiento de fertilidad (39).
El perfil de las mujeres solas que deciden ser madres es que dan el paso más tarde que las que tienen pareja, a los 38 años de media (41 en el caso de la adopción), tienen estudios superiores en mayor proporción (83% las adoptantes y 59% las de reproducción asistida), presentan estabilidad laboral y económica (sanidad, educación y el sector administrativo son sus principales ocupaciones y no existen las amas de casa en este colectivo), tienen unos ingresos medios deentre 1.500 y 2.000 euros y una amplia red social de apoyo integrada por unas ocho personas entre familia y amigos –estos últimos cobran gran importancia– que valoran mucho porque sienten que deben recurrir a ellos con frecuencia (un 38% vive con familiares). El 66% de las encuestadas para el estudio contó con el apoyo de su familia ante su decisión y el 78% con el de sus amistades.
Casi la mitad tenía el deseo de ser madre desde siempre pero dio el paso sobre todo al tomar conciencia del límite biológico de su fertilidad por la edad. Según Castellanos, no obstante, cada vez apuran menos. Precisamente, Salud anunció recientemente la exclusión de este tratamiento en la sanidad pública a mujeres solteras –Andalucía se ha mostrado en contra y no prevé aplicar la medida– pero aunque la asociación se opone, Castellanos reconoce que cuando una mujer decide dar el paso es algo tan pensado y meditado que no espera y acude a la sanidad privada.
Los principales obstáculos y dudas que se plantean cuando se lo están pensando son las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral. El 37,3% cita el “estrés y la sobrecarga de responsabilidades” como la principal dificultad y el 36% los problemas de conciliación, que solventan sobre todo con los servicios socioeducativos (guardería, comedor escolar) aunque un 44% recurre también a familiares y un 35,5% paga a una cuidadora. La asociación, en este sentido, reclama una ley de monoparentalidad que unifique criterios porque “por ejemplo para la escolarización no en todas las comunidades da puntos –en Andalucía sí– o una madre viuda y con dos hijos es considerada familia numerosa a efectos de ventajas fiscales pero una madre soltera en la misma situación no”.
Cada vez menos dudan sobre los problemas sociales que puedan tener sus hijos ante la mayor aceptación de los diferentes modelos de familia, “aunque hay de todo”. María del Mar Tirado, psicóloga en la clínica IVI que ofreció ayer una conferencia en la reunión, señala que “a nivel social la gente se vuelca muchísimo con las madres sin pareja”. Con todo, son mujeres que no acuden a la clínica “frustradas por un problema de fertilidad” sino “fuertes, lo tienen claro, aunque sí pueden necesitar atención si no lo logran a la primera o tienen que recurrir a la donación de óvulos”.
El principal miedo o duda es cómo contárselo al hijo cuando pregunta, aunque curiosamente el estudio revela que un 52% de los niños de las madres encuestadas no ha preguntado por su padre (aunque un 44% sí y la mayoría de las madres optan por contestar adaptando las respuestas a su edad). Pese a todo, el 83,3% considera “importante” el papel del padre varón y un 91,7% considera que las figuras masculinas son necesarias en la vida de sus hijos (el 88,9% dice que la encuentran en hombres de su entorno). En este sentido, Tirado aconseja que “al niño lo que hay que trasmitirle es que en su familia no falta nadie sino que es así, no hay una ausencia, es su modelo”.
Fuente: EL CORREO
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