La política, un privilegio de hombres. Un cliché que sigue siendo una realidad en muchos países europeos. Después de años de lucha la situación está cambiando pero lentamente. Cuanto más alta es la escala de poder, más raro es encontrar mujeres “ .
Según Wanda Nowicka, Vicepresidenta del Parlamento polaco, “ellos quieren tratarte como una dama y ser caballerosos contigo abriéndote la puerta, pero uno de los esloganes de las feministas es: “ No queremos que nos abrais la puerta de casa sino la del Parlamento “ .
En los Parlamentos de la Unión Europea hay un promedio de una mujer por cada tres hombres. Hace 10 años las mujeres ocupaban un 22 % de escaños en el Parlamento , hoy ocupan el 27 %.
Por supuesto hay diferencias significativas entre países: cuando algunos como Suecia, Finlandia y España se acercan a la paridad con un 40 % de féminas, otros como Hungría, Chipre y Rumanía no pasan del 15 % de mujeres en su Asamblea .
En términos de evolución, Polonia es un buen ejemplo. Con menos de un cuarto de representación femenina en el parlamento, el país está por debajo de la media europea. Sin embargo, en los últimos años, una revolución feminista parece haber funcionado .
Entre las instigadoras se encuentra Wanda Nowicka , una figura de la lucha feminista en Polonia y ahora Vicepresidenta del Parlamento . No duda en denunciar ciertas tácticas laborales en los pasillos de la Asamblea.
“Cuando una mujer habla en un encuentro dominado por hombres, éstos no la escuchan. Inmediatamente consultan su l iPad o conversan entre ellos. Para muchas mujeres es dificil hacer frente a esto porque piensan que lo que dicen no merece la pena, que no es importante . Porque si lo fuera, la escucharían “ .
Escuchar las voces de las mujeres es el objetivo de un movimiento que ha tenido un éxito inesperado: el Congreso de la Mujer. Fundada hace sólo cuatro años, cada año reune a miles de mujeres en la sala más grande de Varsovia y a algunos hombres, entre ellos el Primer Ministro.
Entre las fundadoras está Henryka Bochniarz, una persona muy influyente en el mundo de los negocios. La encontramos en una reunión sobre la situación de la mujer. Ella recuerda que este movimiento ciudadano nació en el 20 aniversario de la caída del régimen comunista.
“ Estábamos un grupo de amigos y las mujeres nos dimos cuenta de que parecía que el cambio acontecido en Polonia había sido llevado a cabo por los hombres. Y dijimos vale, vamos a hacer un seminario sobre el papel de las mujeres en dicha transformación. Pero cuando empezamos a conversar acerca del programa nos dimos cuenta de que un seminario no era suficiente, entonces pensamos que tal vez sería mejor una conferencia. Y al final hicimos un gran evento en Varsovia en el que participaron 5.000 mujeres. No conocíamos a nadie por lo que fue algo informal. Después del primer congreso no había manera de terminar, porque había una demanda enorme y todo el mundo preguntaba: ¿Cuando será la siguiente? ¡Necesitamos otra!”
El primer éxito para el Congreso de la Mujer fue la adopción en 2011 de una ley que requería al menos un 35 % de mujeres en las listas electorales. Esta solución fue considerada discriminatoria por algunos. Pero de acuerdo con la artífice de esta ley , una ex activista hoy en el gobierno, el método funciona.
“El logro fue que las partes comenzaron a centrarse más en las mujeres. Durante las elecciones que siguieron a la introducción de la ley, el número de mujeres que se presentaron a la legislatura se ha duplicado”, explica Agnieszka Kozłowska – Rajewicz, Secretaria del Estado polaco para la Igualdad.
Al final, el número de mujeres elegidas ha aumentado, pero sólo un 4% debido a que algunos partidos ponen a sus candidatas al final de la lista disminuyendo así sus posibilidades de éxito.
Un 89% de los líderes de los principales partidos políticos de toda Europa son hombres. En Polonia, ninguna mujer ha dirigido nunca grandes formaciones políticas.
La lucha del Congreso de la Mujer está lejos de terminar. Según la socióloga Małgorzata Fuszara, la prioridad ahora son las zonas rurales, las cuales siguen siendo bastión del conservadurismo.
“Lo más importante es que en el medio rural las mujeres se sienten mucho más legitimadas para defender sus derechos y para mejorar su situación y además organizan congresos en todas partes. Y cada vez tienen más apoyos por parte de los gobiernos locales. Hay una especie de, podíamos decir, cooperación entre ambos. “
“ En Polonia, la tendencia es positiva, parece que cada vez más personas, tanto en la sociedad como en la clase política, entienden que una política sin mujeres no puede seguir adelante. Las mujeres son necesarias en la política con el fin de cambiarla y de abordar los principales problemas que sufren”, comenta Wanda Nowicka.
A pesar del optimismo, el camino hacia una paridad real será largo.
Fuente: EURONEWS
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