Ángeles López de Ayala, pionera del periodismo femenino

Acaso por esa extraña ley de los contrarios, lo que nos prohíben se nos vuelve más atractivo, que no hay mejor resorte para que hagamos algo que prohibírnoslo. No siempre es acertado pero en el caso de esta niña sevillana sirvió para mejor. A esta niña sevillana, sus padres le negaron tener a mano libros y dedicarse a leerlos. Estudiar no era tarea propia de mujer, así que le prohibieron esta actividad intelectual pretendiendo cerrarle el acceso a la cultura, como durante demasiados siglos había sido habitual para las mujeres. Menos mal que esta sobrina del dramaturgo y político Abelardo López de Ayala tuvo la suerte de tropezarse con alguien que descubrió su talento e hizo cambiar de opinión a sus padres sobre el negado acceso a los libros que sufría la muchacha. Terminó por convertirse en notable escritora y una de las pioneras del periodismo femenino a principios del siglo pasado. Su nombre: Ángeles López de Ayala.

Nació en Sevilla un 21 de septiembre de 1856 y no sólo se dedicó a escribir sino que fue una militante convencida y muy activa de la causa feminista. Con sólo 16 años escribe una voluminosa novela en cuatro tomos: “El triunfo de la virtud”; y más tarde gana en Madrid un premio literario con un estudio sobre la educación de la mujer y su misión en la tierra. Es perseguida y encarcelada por sus ideas e incendian su casa cuando vivía en Santander. Se traslada a Barcelona, donde conoce a Amalia Domingo y Soler y colabora en su revista “La luz del porvenir”.En 1898 funda y preside la “Sociedad Progresiva Femenina”; funda el periódico “El Progreso” que desaparece en 1906, pero lo sustituye por una nueva cabecera “El gladiador”. Pero será en otras muchas publicaciones en las que ejercerá como periodista.Su vida se caracterizó por una lucha constante con sus escritos y con sus acciones en defensa de los derechos de la mujer. Y con actuaciones importantes como la lucha por la defensa del voto femenino “cuando esta prerrogativa -como escribe Consuelo Flecha- de la condición ciudadana de la que ya disfrutaban los hombres, había calado aún muy poco en las aspiraciones de la población femenina”.

Fuente: MUJEREMPRENDEDORA