La víctima de Ciudad Jardín MARCÓ EL TELÉFONO DE LA MUJER MALTRATADA la tarde en que murió

Rosario Gálvez intentó llamar al 016 en torno a las cinco, dos horas después de que se iniciara la discusión con su exmarido 

Rosario Gálvez, junto a un manifestante, en una imagen reciente. :: SUR

«¡Llama si quieres!». El grito retumbó en todo el edificio. Varios vecinos oyeron la discusión que Rosario Gálvez y José García mantenían en el rellano de la escalera de la quinta planta. Solo escucharon algunas palabras sueltas de la conversación:

-«¡Métete para dentro!».

-«¡No, métete tú!».

-«¡Vete!».

La disputa cesó aparentemente cuando ambos entraron en el piso. Eran las 15.30 horas del martes. A medianoche, José se mató tras tirarse por el balcón del 5ºF, la vivienda que compartían en el número 2 de la calle Comendador Bobadilla, en el barrio de Ciudad Jardín. La policía cree que esa tarde acabó con la vida de su exmujer y horas después se suicidó.

La investigación, que trata de reconstruir lo que sucedió dentro de la vivienda, ha revelado que Charo llegó a llamar, como amenazó durante la discusión. O al menos hizo el intento. Según informó la familia, marcó en su teléfono móvil el 016 (número gratuito de atención e información para las víctimas de la violencia machista).

La llamada quedó registrada poco después de las cinco de la tarde; al parecer, y siempre según la familia, fue interrumpida antes de que pudiera ser contestada. No fue el único intento. Charo hizo amago de contactar con un teléfono de emergencias, pero tampoco esperó los tonos para que alguien respondiera. Queda la incógnita de saber si se arrepintió y ella misma cortó la llamada o si el presunto agresor le impidió que pidiera auxilio.

La pista de las llamadas es muy relevante, ya que aproxima a los investigadores a la data de la muerte de la víctima, que tenía 67 años. Según ha podido saber SUR, el examen forense realizado durante la inspección ocular y la posterior autopsia establecieron una horquilla de seis a diez horas entre el crimen de Charo y el hallazgo del cadáver, que se encontró en torno a la una de la madrugada del miércoles en el interior de su vivienda.

Tras el suicidio de José, la policía acudió al piso que compartían en busca de su exmujer, de la que llevaba divorciado desde hace meses. Al ver que nadie abría, llamaron al móvil de ella para darle la noticia. Cuando escucharon sonar el teléfono al otro lado de la puerta, los agentes decidieron forzar la cerradura y entrar en la casa para comprobar si le había sucedido algo. La víctima yacía muerta en un sofá de la vivienda, vestida con ropa de calle y zapatillas de estar por casa. Presentaba varias puñaladas en el tórax y en el cuello, así como cortes en las manos y en los brazos, que interpuso para defenderse de la agresión. En total, tenía más de 10 heridas de arma blanca.

Fuente: SUR