Fondos cedidos por Altadis explican la historia de las cigarreras gaditanas
La primera vez que una mujer se sentó a liar un cigarrillo en la fábrica de tabacos de Cádiz lo hizo en una silla traída de casa. Esa mujer cobraba poco y trabajaba mucho. Aparte de faltarle la silla en la factoría, le faltaban derechos. Esa mujer era cigarrera. Igual que lo fueron después sus nietas, y las nietas de sus nietas. Ellas sí consiguieron una jornada de ocho horas, atención médica y hasta un permiso de maternidad para dar a luz a las nuevas cigarreras: las herederas de una silla en la fábrica de tabacos en la que, por primera vez, una mujer se sentó a liar un cigarrillo.
Los documentos donde se recoge gran parte de la historia de la fábrica de tabacos de Cádiz, en la que llegaron a trabajar miles de mujeres, han regresado a su lugar de nacimiento 30 años después de llevarse a Sevilla donde fueron custodiados y restaurados. Ahora, gracias a un convenio de colaboración firmado entre la Fundación Altadis y la Consejería de Cultura, se pueden consultar en el Archivo Histórico Provincial gaditano.
Los documentos donde se recoge gran parte de la historia de la fábrica de tabacos de Cádiz, en la que llegaron a trabajar miles de mujeres, han regresado a su lugar de nacimiento 30 años después de llevarse a Sevilla donde fueron custodiados y restaurados. Ahora, gracias a un convenio de colaboración firmado entre la Fundación Altadis y la Consejería de Cultura, se pueden consultar en el Archivo Histórico Provincial gaditano.
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