La competición permitirá que las personas transexuales opten a la corona de la mujer más bella del mundo
El concurso de Miss Universo se adapta a los nuevos tiempos. 60 años después de su creación, el certamen en el que cada año se elige a la mujer más bella del mundo ha decidido abrir su mente y sus puertas a las personas transexuales. La organización, propiedad del magnate estadounidense Donald Trump -quien en esta ocasión parece haber dejado a un lado sus profundas ideas conservadoras-, anunció que los hombres que se hayan sometido a un cambio de sexo merecen el mismo trato que cualquier otra mujer. Es decir, podrán participar en el concurso.

Lejos de bajar los brazos, tras la descalificación aseguró que lucharía con todos los medios legales para ser readmitida. En su batalla encontró el apoyo de la Alianza Gay y Lésbica Contra la Difamación (GLAAD, por sus siglas en inglés), que inició una campaña que reunió más de 41.000 firmas de apoyo en Internet, y finalmente ha logrado un vuelco histórico en las normas de competición de Miss Universo.
Primeros frutos
"La Organización sigue a instituciones que han adoptado una postura contra la discriminación de las mujeres transexuales", aseguró el portavoz de GLAAD, Herndon Graddick, quien añadió que "en un momento en que a las personas transexuales les siguen negando sistemáticamente la igualdad de oportunidades en términos de vivienda, empleo y atención médica, la decisión está en línea con los crecientes niveles de apoyo público que reciben en todo el país", agregó.
Paula Shugart, presidenta de la Organización del concurso, incidió en la importancia de la decisión : "Tenemos una larga historia de apoyo a la igualdad para todas las mujeres, y esto es algo que tomamos muy en serio". Los efectos de este paso dado, en una cita que durante los últimos años ha sido criticada desde diversos sectores al ser tachada de machista y retrograda para la mujer, ya han dado sus primeros frutos: Talackova ha sido readmitida y podrá luchar para coronarse como la mujer más bella de Canadá. Tal vez el próximo año pueda serlo también del Universo.
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