lunes, 4 de febrero de 2013

Hablamos con Soledad Suárez, presidenta nacional de Manos Unidas

“EN EL TRASFONDO DE ESTA CRISIS HAY UNA CRISIS MORAL”

Hablamos con Soledad Suárez, presidenta nacional de Manos Unidas sobre el balance de una organización que ya cuenta con más de 50 años de lucha contra el hambre el mundo y, entre otros asuntos, sobre cómo afronta la asociación el presente y el futuro en el marco del contexto económico actual que nos rodea
 
Mujeremprendedora: El pasado octubre era elegida presidenta de Manos Unidas, una organización en la que trabaja como voluntaria desde 2005 y en la que ejercía de vicepresidenta desde 2009. ¿Cómo afronta esta nueva etapa y cómo valora el trabajo desarrollado por su antecesora, Myriam García Abrisqueta?
Soledad Suárez: La afronto con ilusión y con el objetivo de continuar con el trabajo de Myriam,  que creó un gran ambiente de trabajo; en Manos Unidas hay  muy buenos equipos y me parece importante apoyarles y animarles a que sigan haciéndolo igual de bien que hasta ahora.

Soledad SuárezME.: Manos Unidas ya tiene más de 50 años de existencia luchando contra el hambre en el mundo… ¿Qué balance  hace de esta trayectoria?
S.S.: El balance de los 50 años es muy satisfactorio. Desde el principio, Manos Unidas dirigió sus esfuerzos a las personas más pobres y a sensibilizar a la sociedad española a cerca de sus problemas, sus necesidades, su forma de vivir.., son miles las personas a las que se ha apoyado para que lograran desarrollarse. En cuanto a la sensibilización, creo que hemos conseguido que a través de Manos Unidas se conozca la injusticia que sufren estas poblaciones  y eso hace que la sociedad nos reconozca y nos valore (por ejemplo, en el año 2010, nos dieron el Príncipe de Asturias, precisamente por los 50 años de trabajo…).

ME.: ¿Cómo afronta la asociación el presente y el futuro?
S.S.: Manos Unidas está preocupada por el momento que  estamos atravesando, inmersos en una crisis económica y financiera. Sin lugar a dudas, en el trasfondo de estas crisis hay una crisis moral, que repercute seriamente en  nuestros hermanos  más pobres, sobretodo los de fuera de España. Sin embargo, la institución  tiene indicios de mucha esperanza: en los momentos más duros se abren los corazones de las personas y hay muchas muestras de solidaridad, de compasión y ganas de  colaborar en donde haga falta. Manos Unidas nace para acabar con la pobreza y el hambre, hoy y mañana seguiremos trabajando para erradicarla.

ME.: ¿Con cuántos recursos cuenta y en qué los emplea?
S.S.: Manos Unidas cuenta con miles de personas excepcionales, de un gran corazón y muy profesionales, y considero que éste es nuestro verdadero potencial, tenemos 70 delegaciones en toda España.  Además trabajamos con miles de personas de otros países de África, América, Asia y Oceanía que nos enriquecen tanto a nivel institucional como personal. En relación a los recursos económicos la institución en el año 2011 obtuvo unos ingresos por importe de 51.856.656 euros, de los que el 82% procede de fondos privados y el 18% de públicos. Del total de fondos recibidos, el 90,6% se destina a los fines de Manos Unidas (Educación para el Desarrollo y financiación de proyectos de Cooperación al Desarrollo), el 7,6% a Administración y Estructura y el 1,8% a Promoción y Captación de Recursos. De cada euro que nos dan dedicamos más de 90 céntimos a los fines de Manos Unidas, no llega al 10% el dedicado al mantenimiento de la estructura.

ME.: ¿Cómo está afectando la crisis a las contribuciones de particulares, empresas e instituciones públicas?
S.S.: Con la agudización de la  crisis económica y financiera, que afecta de modo especial a los más necesitados,  los gobiernos recortan la Ayuda Oficial al Desarrollo. Esta disminución ha tenido como consecuencia una reducción de ingresos de origen público en nuestra institución. Realmente, nos preocupa que se imponga el criterio de que la administración sólo debe dedicar  recursos al desarrollo cuando la economía va bien… Cuando el deseado 0,7% parecía estar más cerca… empezó a descender cada vez más. En 2011 se llegó al 0,29% y en 2013 está presupuestado el 0,20%.

ME.: ¿La sociedad española es una sociedad sensibilizada con los problemas del resto del mundo?
S.S.: La sociedad española es bastante solidaria y muy receptiva a la información de las personas que sufren injusticias, aunque en estos momentos está tan preocupada por las consecuencias de la crisis en España, que corremos el riesgo de que abandone un poco al resto de países. Por eso es tan importante trasmitir el mensaje de que nuestra crisis no puede esconder la de estas personas que viven una crisis continua y pedir un esfuerzo adicional, no cambiar nuestros donativos sino aumentarlos para que nadie se quede si ayuda.

ME.: Uno de los proyectos en los que Manos Unidas centrará todos sus esfuerzos en 2013 es en la Campaña “No hay justicia sin igualdad”, que tiene como punto de origen el tercer Objetivo de Desarrollo del Milenio: “Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer”. Háblenos un poco más de esta Campaña…
S.S.: En el año 2013 todos nuestros materiales están orientados a trabajar el tercer ODM; ya sabemos que cualquiera de ellos es igual de importante, que están entrelazados, pero realmente quizá sea en la mujer y, por supuesto, en las niñas, donde se hace más visible la injusticia que padecen estos países; por el hecho de nacer en uno de ellos, se tienen menos oportunidades de desarrollo, pero si  además se nace mujer, el problema se agrava mucho más. Con esta campaña queremos dar voz y poner cara a todas esas mujeres y niñas que padecen un analfabetismo mucho mayor que el de los hombres, que no pueden ejercer sus derechos, no tienen acceso a la propiedad ni a elegir con quien casarse o a que edad… y sabemos que es en la educación de hombres y mujeres, de niños y niñas donde está la solución para acabar con estas situaciones.

ME.: ¿En cuántos países trabaja actualmente Manos Unidas y qué proyecto entre los  que está la organización ahora inmersa destacaría?
S.S.: En 2011, Manos Unidas trabajó en 58 países, de África, América, Asia y Oceanía, en los que se llevó a cabo 605 proyectos. De todos estos  proyectos es difícil seleccionar uno solo. Como he viajado hace poco a Ecuador destacaría el que  realiza una población que ha sufrido la emigración y el retorno de los migrantes, en la provincia de Azuay.  Al volver  a sus casas se dedicaron al tejido de “los sombreros de Panamá”, los confeccionan y los comercializan ellos mismos, evitando los intermediarios, hasta han abierto las puertas a la exportación. Son personas con un nivel educativo bajo, pero su gran coraje y sus ganas de trabajar les hace salir adelante.

ME.: Recientemente, con motivo del Día Internacional del Voluntariado, desde Manos Unidas daban a conocer la cifra de esas 4.800 personas que de manera altruista dedican su tiempo, sus conocimientos y sus esfuerzos  a la causa de la organización? ¿Qué cree que les atrae a estas personas y  cuáles son los motivos por los que deciden ayudar de esta manera?
S.S.: Creo que pueden ser varias las razones para que haya personas atraídas por el voluntariado, una inquietud hacia la vida de los demás, el conocimiento de que hay mucha gente pasándolo mal…. Al acercarse a Manos Unidas comprueban que es una organización con una gran austeridad, coherente con lo que defiende, con un trabajo muy interesante, que te permite comprobar que sí se puede influir en el desarrollo de las personas y que la ayuda llega realmente allí donde se necesita.

ME.: ¿Cree que la solidaridad entiende de género?
S.S.: La solidaridad no debería entender de género, hay que ayudar sin mirar si es hombre o mujer, como tampoco miramos la religión, la raza, etc… pero no podemos dejar de reconocer la evidencia de que entre la población con necesidad de ayuda, el número de mujeres es mayor. Con respecto a si hay más mujeres solidarias que hombres, no sabría contestar pero si fuera así estoy segura que sería por motivos culturales y fácilmente reversibles.

ME.: ¿Cuál diría que es el mayor obstáculo para acabar con el hambre en el mundo?
S.S.: El mayor obstáculo para acabar con el hambre en el mundo es el consumismo de las sociedades desarrolladas, nos hemos creado una serie de necesidades superfluas que hace que el 20% de la población mundial consumamos el 80% de la producción mundial, así no hay manera de repartir equitativamente los alimentos, sabiendo que en el mundo se produce el doble de alimentos de los que se necesitan para que todo mundo pudiera comer.

ME.: ¿Qué podemos hacer para “poner nuestro granito de arena”?
S.S.: Creo que lo principal es que nos interesemos por estos problemas que los hagamos nuestros y empecemos a vivir de otra manera, además de que ayudemos económicamente a las organizaciones que trabajan con garantía en esta labor.

ME.: Para terminar, nos gustaría que nos contase ¿Cuál ha sido su experiencia más gratificante desde que comenzó a trabajar en Manos Unidas?
S.S.: Trabajando en Manos Unidas se viven muchas experiencias gratificantes, es difícil elegir, aunque tengo una muy reciente, de mi viaje a Ecuador, donde entre otros muchos, visitamos un proyecto en la Amazonía, donde las comunidades indígenas de la provincia de Orellana han visto como se contaminaba la tierra, el agua y el aire por culpa de la extracción de petróleo que tienen a 100 metros de sus casas; por culpa de esta contaminación, el número de casos de cáncer se ha multiplicado por tres y el de abortos por dos; Manos Unidas está llevando a cabo un proyectos muy sencillo y eficaz para recoger desde los tejados de sus casas el agua de lluvia que llega a un depósito donde se filtra de los elementos contaminantes y de este a otro donde se almacena para que la puedan usar para beber y cocinar; impresiona ver como se pude apoyar a estas familias, que todas tienen un afectado o mas, a solucionar en parte su situación, provocada una vez mas por la falta de ética de otras personas.

FUENTE:http://mujeremprendedora.net/2013/01/31/soledad-suarez/

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