Un joven de 31 años, Juan Antonio A. M., mató ayer a cuchilladas a su expareja en la avenida Blasco Ibáñez de Valencia dos meses después de romper la relación. Lleno de despecho y resentimiento, Juan Antonio atacó con un cuchillo de grandes dimensiones a Empar B. C., de 26 años, delante del actual novio de la víctima. El crimen tuvo lugar sobre las cuatro y cuarto de la tarde de ayer ante varios testigos junto a la estación del Cabanyal.
El homicida empujó a la joven, que pidió socorro, y luego la persiguió y le asestó varias puñaladas, una de ellas en el cuello, en un solar habilitado para estacionar vehículos. Tras caer al suelo Empar con la cara ensangrentada, Juan Antonio huyó con el cuchillo en la mano, pero los gritos de la víctima alertaron a varios vecinos. Uno de ellos, que presenció el crimen desde su balcón, bajó a la calle y siguió al homicida. El ciudadano mostró un gran arrojo y se abalanzó sobre el agresor en la calle José María de Haro.
«Se ha tirado encima y lo ha reducido en pocos segundos. Ha sido muy valiente», afirma Vicente L., otro vecino que también persiguió al homicida. Instantes después llegó al lugar un furgón de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional. Los agentes esposaron a Juan Antonio y recogieron el cuchillo del suelo. Mientras tanto, otros policías nacionales auxiliaban a la víctima, cuya vida pendía de un hilo, y al joven que le acompañaba en el momento del acuchillamiento. También se movilizaron con urgencia varias patrullas de la Policía Local y el SAMU, aunque los sanitarios no pudieron hacer nada para salvar la vida de Empar. La cuchillada que su exnovio le asestó en el cuello era mortal.
Minutos después, agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional asumieron la investigación del crimen. Los agentes informaron a Juan Antonio del motivo de la detención y le leyeron sus derechos. Fue entonces cuando el joven se enteró de la muerte de su expareja. Un equipo de Policía Científica realizó una minuciosa inspección en la escena del crimen y examinó también el cadáver.
El agresor se mostró colaborador con la policía y explicó que había comprado el cuchillo tras viajar desde Cieza (Murcia), donde residía en la actualidad, con la intención de matar a su expareja. Antes de recibir las primeras puñaladas, Empar pidió a su exnovio que no le hiciera daño. «¡Que me dejes en paz! ¡Que me sueltes!», gritó la joven. Según informaron fuentes policiales, la víctima no había presentado denuncia por malos tratos contra el homicida, que carece de antecedentes penales. Asimismo, tampoco figuraba ninguna denuncia por un delito de violencia de género contra Juan Antonio en la base de datos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Juan Antonio y Empar convivieron durante dos años en el domicilio de los padres de la joven, concretamente en un piso de la calle Escalante en el barrio valenciano del Cabanyal.
«Fue una relación un poco conflictiva. Discutían, cortaban y luego volvían», señala una amiga de Empar con el rostro caricontecido tras conocer el trágico suceso. Una frase del perfil de Facebook del homicida parecía vaticinar el crimen pasional: «Te echo mucho de menos y las fechas que vienen no ayudan...»
La familia de la víctima acogió en su casa a Juan Antonio hasta el pasado mes de septiembre, cuando la pareja rompió su relación y el joven se marchó a vivir a Cieza. Todo parece indicar que el homicida se sintió despechado y no aceptó que Empar rehiciera su vida con otro joven. Según los testigos del crimen, la víctima iba acompañada de su actual novio cuando fue acuchillada por su expareja.
«Iban cogidos de la mano, y de repente ha salido el individuo y ha empezado a empujar a la chica», explica Amparo E. «Luego sacó el cuchillo, salió detrás de ella y se lo clavó en el cuello. A la pobre le salía la sangre a borbotones», añade la vecina. En el aparcamiento donde tuvo lugar el crimen quedaban anoche algunas manchas de sangre pese a que los bomberos limpiaron la calzada y la acera con agua a presión.
Fuente: SUR
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