lunes, 26 de mayo de 2014

Así son las mujeres que llegan a jefas: pocas, bien formadas... ¿y mandonas?

La presencia femenina en la dirección de empresas es aún muy limitada porque "carecen de visibilidad en los ámbitos donde se deciden esos puestos", dice la socióloga María Silvestre

 

Un 22% de los puestos directivos en empresas españolas están ocupados por mujeres. / FOTOLIA

Las mujeres ocupan cada vez más espacios que les estaban vedados hasta hace poco. Y responsabilidades
más elevadas en múltiples terrenos. Pero la igualdad real en todos los ámbitos aún está muy lejos. En especial, en el poder económico. La presencia femenina en la dirección de las empresas es aún residual, pese a los avances registrados en los últimos años. La imagen del jefe aún se asocia, en la inmensa mayoría de los casos, al de un varón; por lo general, con corbata. Las mujeres que se encuentran al frente de organizaciones todavía son una excepción. Una ilustre minoría. En los consejos de administración de las 35 grandes compañías españolas que cotizan en el Ibex, el principal índice de la Bolsa, solo un 16% son mujeres. Ese porcentaje, que ha mejorado en más de dos puntos en el último ejercicio, coincide con la media europea. El Consejo de Ministros aprobó el viernes la reforma de la Ley de Sociedades de Capital, que obligará a fijar un objetivo mínimo de mujeres en los órganos de gobierno de las empresas.

Las universidades están feminizadas. "Más del 60% de los estudiantes universitarios son mujeres", subraya la socióloga María Silvestre, profesora de la Universidad de Deusto. Y cada día están más preparadas. "Sin embargo, no llegan a puestos directivos", añade la exdirectora del Instituto Vasco de la Mujer (Emakunde). Se produce el conocido 'efecto tijera': lo que está arriba -una mayoría femenina cursando una carrera- pasa a estar abajo -minoría de mujeres dirigiendo empresas- y viceversa (los hombres que estudian una licenciatura tienen casi asegurado el puesto de trabajo en las altas esferas).

¿Por qué se da ese fenómeno? Aparte de razones relacionadas con las históricamente desequilibradas relaciones de poder entre hombres y mujeres, un motivo esgrimido con asiduidad es la conciliación entre vida laboral y vida familiar. "Llega un momento en el que las mujeres quieren tener hijos y esto lo tienen en cuenta las personas encargadas de designar directivos", explica Magdalena Múgica, presidenta de la asociación de mujeres y empresarias Siglo XXI. Cuando eligen a un hombre presidente de un consejo administrativo se da por entendido que lo dejara todo por la empresa. No importa dónde se celebren las reuniones porque serán capaces de viajar continuamente y, si su hijo se pone enfermo, será su esposa la encargada de atender a los niños.

"No se les dan las mismas oportunidades"

Las mujeres son las que ejercen el cuidado de los hijos y de las personas enfermas. Pero, por esta misma razón, las que no tienen cargas familiares deberían ocupar más puestos directivos y esto no es así. "Existe un problema estructural. A las mujeres no se les da las mismas oportunidades", explica la socióloga. "En nuestra cultura, tiene más valor ser hombre que ser mujer a la hora de formar la personalidad".

"A la hora de captar personas para puestos directivos se emplea la confianza", añade María Silvestre. "Si las mujeres no están presentes en los ámbitos en los que se toman esas decisiones, os que suelen ser masculinos, no podrán ser elegidas para dirigir una empresa". Por esta razón es mucho más fácil para las hijas de grandes empresarios alcanzar el mandato de la empresa familiar que para otra mujer, partiendo del anonimato o desconocimiento, llegar a un puesto en el consejo de una multinacional. "Las mujeres no carecen de capacidad para mandar, sino que no tienen visibilidad", sentencia la socióloga.

Comportamientos masculinos
Una directiva de Facebook, Sheryl Sandberg, elaboró una campaña publicitaria para eliminar los estereotipos negativos que se le atribuyen a las mujeres con puestos directivos. Un video viral protagonizado por mujeres de gran influencia para el público -la cantante Beyonce o la exsecretaria de Estado de EE UU Condoleezza Rice, entre otras- impulsaba a las niñas a tener ambición en la vida y prohibía el epíteto de' mandona' para las mujeres con altas pretensiones en el mundo laboral.

A las mujeres jefas se les asocia el sambenito de 'mandonas'. "Ellas reproducen las conductas y las formas de tomar decisiones existentes, exclusivamente masculinas. No hay referentes femeninos de liderazgo; en cambio, el hombre tiene muchos ejemplos desde la infancia en el deporte, en la música, en la política...", sostiene la socióloga de la Universidad de Deusto. Son pocas las mujeres que llegan a altos cargos de las empresas y, a la hora de actuar, imitan lo que han visto.

Precisamente por imitar los clásicos comportamientos masculinos en los puestos de mando -algo que a ellas les está menos permitido que a ellos-, dos mujeres que habían llegado a la cúspide en su profesión acaban de ser destituida de forma fulminante: se trata de Jill Abramnson y Natalie Nourgayrède, directoras hasta mediados de este mes de 'The New York Times', la 'biblia' del periodismo mundial, y el periódico francés 'Le Monde', respectivamente.

Las mujeres son más valientes. Es conocido el dicho que son capaces de hacer dos cosas a la vez. Los hombres, no. Por eso, ellas son capaces de asumir retos que los directivos varones no se atreven. "Cuando la empresa pasa por una situación crítica, parece que cuesta menos designar a una mujer al frente de ella. Pero luego en el poder se encuentran solas. No tienen apoyo", apunta Silvestre.

Atributos para liderar

Respecto a los atributos que debe tener una mujer para llegar a liderar una empresa "son iguales que los que se le exigen a un hombre: disponibilidad, gestión resolutiva, saber coordinar un equipo... En general, ser una persona multidisciplinar", comenta Magdalena Múgica. "Los empresarios lo que buscan para sus puestos directivos es gente que saque las cosas adelante; buscan resultados. Hoy en día, no les importa si es mujer u hombre".

En noviembre de 2013, el Parlamento Europeo aprobó una directiva impulsada por la vicepresidenta Viviane Reding que, de ser refrendada por los países miembro, obligará a las grandes empresas de los estados miembros a contar con un mínimo del 40 % de mujeres en sus consejos de administración. "Si el Estado no sanciona el incumplimiento de la normativa, todo queda en agua de borrajas", se lamenta Maria Silvestre. "Hay que seguir luchando y trabajando para conseguir una sociedad más justa e igualitaria", añade.

Por su parte, Magdalena Múgica apuesta por ayudar a las mujeres durante el proceso de ascensión a altos cargos en los consejos de administración. "La mujer nunca encuentra el buen momento para ser madre. Primero, porque está luchando por conseguir un puesto de trabajo; después porque se está consolidando en la empresa y cuando consigue ser jefa no tiene tiempo." "Deberían crearse medidas para ayudar a la mujer, de esta manera habría más mujeres directivas", sentencia.

Fuente: El Correo



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

8M Día internacional de La Mujer “POR TI PRIMERO”

La dificultad de  acceso de las mujeres  a puestos de responsabilidad, la feminización de los cuidados, así como la falta de corresponsabili...