Una red dedicada a la explotación sexual de mujeres de origen nigeriano que utilizaba a niños para introducirlas en España, ha sido desmantelada por la Policía, que ha liberado a nueve de estas mujeres y a dos menores de 3 y 5 años que se encontraban bajo el control de la organización.
Entre las mujeres liberadas había una menor de 17 años y otra embarazada, según ha informado la Policía en un comunicado de prensa.
En total nueve personas han resultado detenidas en esta operación, siete de ellas en Madrid, una en Toledo y otra en Francia gracias a la colaboración de las autoridades galas.
Las víctimas eran captadas en Nigeria con falsas promesas de trabajar en supermercados y llegaban a España en patera acompañadas de lactantes y niños de muy corta edad para evitar ser repatriadas inmediatamente.
Una vez en España, eran obligadas a ejercer la prostitución, principalmente en la Casa de Campo de Madrid, sometidas a constantes amenazas y supuestos rituales de vudú. La investigación comenzó con la denuncia de una de las víctimas, la cual relató a la Policía como le cortaron el pelo, el vello púbico y las uñas y la amenazaron con un ritual vudú si no pagaba 50.000 euros ejerciendo la prostitución, además de que durante cuatro meses la organización la separó de su hijo, del que se desconoce su paradero. Los nueve arrestados han sido imputados de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, encubrimiento, amenazas, blanqueo de capitales y prostitución coactiva, añade la nota. En los registros efectuados en los domicilios de los miembros de la red se han encontrado distintos utensilios y restos orgánicos relacionados con el vudú, y se han intervenido 3.745 euros en efectivo, móviles, pasaportes nigerianos y documentación contable.
Por otro lado, el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, abordó ayer el impacto de la inmigración clandestina e informó de que las mafias dedicadas al tráfico de inmigrantes llegan a cobrar hasta 6.000 euros a los extranjeros que tratan de entrar irregularmente en España, aunque aplican un amplio abanico de precios en función del método elegido y el origen de cada inmigrante. El precio por embarcarse en una patera oscila entre 1.200 y 1.500 euros o entre 200 y 300 euros si se trata de subir a una embarcación hinchable.
Fuente: DIARIO DE CORDOBA
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