Te escribo desde este cuerpo prisión del que a veces yo misma quisiera deshacerme.
Has de saber que existe una violencia silenciosa contra las mujeres de la que la mayor parte de nosotras no somos conscientes. Crecerás y empezarás a mirar tu cuerpo con otros ojos. Dejarás de verlo como el continente perfecto que es de tu alma. Sin darte cuenta, llegará el día en que te pondrás desnuda delante del espejo con el único afán de sacarte defectos.
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