- “Míreme bien la cara hijueputa; míremela porque no se le va a olvidar nunca”, le espetaron a Jineth Bedoya los tres malnacidos que la violaron y la torturaron. No se imaginaban aquellos paramilitares colombianos el efecto bumerán que tendría su acción. Hoy, la periodista, nominada a Premio Nobel de la Paz y activista por los derechos humanos, no deja de encararse con quien haga falta para gritar#NoesHoradeCallar #bastaya #25N #niunamenos.

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