Algunas mujeres están utilizando las redes sociales para desafiar el patriarcado de su iglesia
Para celebrar su 30 cumpleaños en la ciudad de Nueva York, D’Arcy Benincosa hizo lo más insólito y extravagante que se le ocurrió: pedirse un café. La amiga que la acompañaba alucinaba. Ambas eran mormonas —para quienes el café está prohibido— pero estaban a punto de abandonar la iglesia. Mas tarde, ese mismo día, Benincosa probó un cóctel y meses después tuvo relaciones sexuales por primera vez. “Al cumplir los 30, me decidí”, nos explica vía telefónica Benincosa, que tiene ahora 34 años, “me cansé”.
Profesora y fotógrafa de profesión, Benincosa, que vive en Salt Lake City, ya no es miembro activo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Se considera a sí misma como una mormona “cultural” y es una, de las más de 20 mujeres, que escriben para el blog feminista mormón The Exponent. El blog es parte de una creciente tendencia del feminismo mormón en la red; algunas de sus colaboradoras todavía pertenecen a la iglesia.
Junto al The Exponent, existen Feminist Mormon Housewives (Amas de Casas Mormonas y Feministas), WAVE (del ingles Women Advocating for Voice and Equality —Mujeres por una voz a favor de la igualdad) y un grupo literario denominado Segullah. Años atrás, era difícil para aquellas mujeres que luchaban contra el status quo encontrar quienes tuvieran pensamientos afines y unirse, pero Internet les ha facilitado el camino. Cuando Benincosa descubrió The Exponent se pasó toda la noche leyendo post tras post. “Lloré porque pensaba: Oh Dios, no estoy sola, no soy solo yo”.
El hecho de que Mitt Romney, candidato a las primarias republicanas de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, sea un destacado mormón ha puesto el foco de la opinión pública en dicha religión (el excandidato Jon Huntsman también pertenece a esta iglesia). Esta institución patriarcal mantiene una relación conflictiva con el feminismo: las mujeres no son elegibles para ser sacerdotes aunque la mayoría de los hombres si. Todos los líderes y altos cargos de la iglesia son hombres.
Desde temprana edad, las chicas son impelidas a creer que deben casarse y tener hijos. La presión para encontrar marido puede ser intensa. “Mis compañeras de piso hacían galletas todos los domingos para dárselas a los chicos”, recuerda Belincosa, rememorando sus tiempos universitarios. “Ese año, mis cinco compañeras de piso se casaron. Tenían entre 20 y 22 años. Fui la única que se quedó soltera”.
Sin embargo, en el siglo XIX, el mormonismo era una religión radical y progresista, cuyos miembros adoraban tanto a una madre celestial como a un padre celestial. Incluso durante su Era poligámica, las mujeres mormonas tenían carreras y estuvieron entre las primeras votantes. Margaret Toscano, profesora de Clásicos dela Universidad de Utah, explica: "En el siglo XX hubo una reacción conservadora y gradualmente desde el siglo XIX hasta la década de 1970 se les fue quitando el poder a las mujeres”.
Las consecuencias potenciales para aquellos que critican la doctrina mormona son considerables. En 1993, un grupo de intelectuales, conocidas como the September Six (las Seis de Septiembre) fueron excomulgadas. “Después de la excomunión del 93, el feminismo se volvió muy clandestino y temí que desapareciera con mi generación”, afirma Toscano, quien fue expulsada en 2000 por expresarse en contra de la iglesia.
Sin embargo, desde entonces, las conversaciones feministas comenzaron a surgir discretamente en la web, primero a través de las listas de correos o mailing lists y luego en los blogs. El resurgimiento del feminismo mormón fue gradual y al inicio muchas mujeres escribían de forma anónima. “Temía que la gente me viera como anti mormona porque no era así como me sentía” explica Lisa Butterworth, fundadora del blog Amas de Casas Mormonas y Feministas, y quien continúa siendo un miembro activo de la iglesia. En 2010, la revista Exponent II —que dejó de imprimirse en 2008—, fundada por la segunda generación de feministas mormonas, reapareció gracias a la popularidad del blog. Actualmente tiene una presencia tanto online como impresa.
Los líderes de la iglesia han fomentado explícitamente el uso de los blogs porque se adapta a las tradiciones mormonas de mantener un diario. Hace tres años, uno de sus líderes religiosos, M. Russell Ballard pronunció un discurso exhortando a los mormones a utilizar los nuevos medios para compartir el Evangelio. La página web oficial de la iglesia, Mormon.org, es un muy buen ejemplo del uso persuasivo de las redes sociales, y en Internet prospera un Bloggernáculo (una especie de tabernáculo en formato blog), con temas que van desde la ortodoxia a la disidencia.
Esto sugiere que la iglesia podría estar dispuesta a flexibilizar su postura sobre el feminismo. Las tasas de abandono del mormonismo son altas, y algunas estimaciones indican un abandono del 80% por parte de los jóvenes. Al dar a las mujeres un espacio para articular sus luchas, los blogs feministas podrían frenar ese flujo, pero estaría por verse si se producirá un cambio real en los problemas que preocupan a las feministas.
Copyright: © Guardian News & Media 2012
Profesora y fotógrafa de profesión, Benincosa, que vive en Salt Lake City, ya no es miembro activo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Se considera a sí misma como una mormona “cultural” y es una, de las más de 20 mujeres, que escriben para el blog feminista mormón The Exponent. El blog es parte de una creciente tendencia del feminismo mormón en la red; algunas de sus colaboradoras todavía pertenecen a la iglesia.
Junto al The Exponent, existen Feminist Mormon Housewives (Amas de Casas Mormonas y Feministas), WAVE (del ingles Women Advocating for Voice and Equality —Mujeres por una voz a favor de la igualdad) y un grupo literario denominado Segullah. Años atrás, era difícil para aquellas mujeres que luchaban contra el status quo encontrar quienes tuvieran pensamientos afines y unirse, pero Internet les ha facilitado el camino. Cuando Benincosa descubrió The Exponent se pasó toda la noche leyendo post tras post. “Lloré porque pensaba: Oh Dios, no estoy sola, no soy solo yo”.
El hecho de que Mitt Romney, candidato a las primarias republicanas de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, sea un destacado mormón ha puesto el foco de la opinión pública en dicha religión (el excandidato Jon Huntsman también pertenece a esta iglesia). Esta institución patriarcal mantiene una relación conflictiva con el feminismo: las mujeres no son elegibles para ser sacerdotes aunque la mayoría de los hombres si. Todos los líderes y altos cargos de la iglesia son hombres.
Desde temprana edad, las chicas son impelidas a creer que deben casarse y tener hijos. La presión para encontrar marido puede ser intensa. “Mis compañeras de piso hacían galletas todos los domingos para dárselas a los chicos”, recuerda Belincosa, rememorando sus tiempos universitarios. “Ese año, mis cinco compañeras de piso se casaron. Tenían entre 20 y 22 años. Fui la única que se quedó soltera”.
Sin embargo, en el siglo XIX, el mormonismo era una religión radical y progresista, cuyos miembros adoraban tanto a una madre celestial como a un padre celestial. Incluso durante su Era poligámica, las mujeres mormonas tenían carreras y estuvieron entre las primeras votantes. Margaret Toscano, profesora de Clásicos dela Universidad de Utah, explica: "En el siglo XX hubo una reacción conservadora y gradualmente desde el siglo XIX hasta la década de 1970 se les fue quitando el poder a las mujeres”.
Las consecuencias potenciales para aquellos que critican la doctrina mormona son considerables. En 1993, un grupo de intelectuales, conocidas como the September Six (las Seis de Septiembre) fueron excomulgadas. “Después de la excomunión del 93, el feminismo se volvió muy clandestino y temí que desapareciera con mi generación”, afirma Toscano, quien fue expulsada en 2000 por expresarse en contra de la iglesia.
Sin embargo, desde entonces, las conversaciones feministas comenzaron a surgir discretamente en la web, primero a través de las listas de correos o mailing lists y luego en los blogs. El resurgimiento del feminismo mormón fue gradual y al inicio muchas mujeres escribían de forma anónima. “Temía que la gente me viera como anti mormona porque no era así como me sentía” explica Lisa Butterworth, fundadora del blog Amas de Casas Mormonas y Feministas, y quien continúa siendo un miembro activo de la iglesia. En 2010, la revista Exponent II —que dejó de imprimirse en 2008—, fundada por la segunda generación de feministas mormonas, reapareció gracias a la popularidad del blog. Actualmente tiene una presencia tanto online como impresa.
Los líderes de la iglesia han fomentado explícitamente el uso de los blogs porque se adapta a las tradiciones mormonas de mantener un diario. Hace tres años, uno de sus líderes religiosos, M. Russell Ballard pronunció un discurso exhortando a los mormones a utilizar los nuevos medios para compartir el Evangelio. La página web oficial de la iglesia, Mormon.org, es un muy buen ejemplo del uso persuasivo de las redes sociales, y en Internet prospera un Bloggernáculo (una especie de tabernáculo en formato blog), con temas que van desde la ortodoxia a la disidencia.
Esto sugiere que la iglesia podría estar dispuesta a flexibilizar su postura sobre el feminismo. Las tasas de abandono del mormonismo son altas, y algunas estimaciones indican un abandono del 80% por parte de los jóvenes. Al dar a las mujeres un espacio para articular sus luchas, los blogs feministas podrían frenar ese flujo, pero estaría por verse si se producirá un cambio real en los problemas que preocupan a las feministas.
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