Una joven jinete, Dalma Malhas, es la favorita para ser la primera representante femenina
La presión internacional parece haber surtido efecto. Arabia Saudí va
a permitir la presencia de mujeres en su equipo olímpico. El anuncio,
en un breve comunicado en la web de su embajada en Londres, no acaba con la discriminación de las saudíes en el deporte, pero rompe el tabú que hasta ahora impedía su participación en competiciones e incluso la educación física de las niñas en las escuelas públicas.
"El Reino de Arabia Saudí aspira a su participación completa en los
Juegos Olímpicos de Londres 2012 a través del Comité Olímpico Saudí, que
supervisará la participación de mujeres atletas que puedan calificarse
para los juegos”, asegura el texto colgado el domingo en árabe y que a
última hora del lunes aún no estaba en la web en inglés de la embajada.
La noticia supone un giro de 180 grados respecto a lo que había sido
hasta ahora la postura oficial de las autoridades deportivas del
conservador reino. El pasado abril, el jefe de la Presidencia General
para el Bienestar de la Juventud, que regula el deporte en Arabia Saudí,
reiteró que su país no iba a impedir la participación de mujeres, pero
que no contarían con respaldo del Gobierno.
Apenas un mes antes, la organización de los derechos humanos Human
Rights Watch (HRW) publicó un informe denunciando la discriminación de
las saudíes en el deporte en el contexto de las violaciones sistemáticas
de sus derechos. Los pasos del diablo
tuvo un gran eco internacional, pero no conmovió a los responsables
saudíes cuyos tímidos pasos liberalizadores parecen más destinados a
mantener el statu quo que a impulsar cambios reales.
A apenas un mes del inicio de los juegos, resulta evidente que ni
siquiera las deportistas que se entrenan de forma privada y casi
clandestina tienen posibilidades de unirse a la familia olímpica. Todos
los ojos están puestos en una joven jinete, Dalma Malhas, que, a pesar
de no contar con respaldo oficial, ganó el bronce en saltos para su país
en los juegos olímpicos juveniles de Singapur. Malhas, de 20 años y que
ha vivido y entrenado fuera de su país la mayor parte de su vida, es
hija de una apasionada de los caballos, Arwa Mutabagani, que desde 2008
es miembro de la Federación Ecuestre saudí.
De momento, el COI no ha confirmado ningún nombre y se ha limitado a
decir que prosiguen las conversaciones con los saudíes “para asegurar la
participación de mujeres”. Arabia Saudí, Qatar y Brunei son los únicos
tres países que nunca han enviado mujeres a los Juegos Olímpicos, pero
Qatar ya ha seleccionado tres para la cita de Londres.
FUENTE: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/06/25/actualidad/1340644333_270897.html
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