Los medios de comunicación de aquellos 15 días de julio y agosto ofrecieron una información diferente a la habitual. Un diario deportivo llegó a dedicar 12 páginas a los logros de las españolas en Londres, las portadas de los diarios de información general ofrecieron día tras día laureados rostros femeninos y los periodistas acabaron su repertorio de elogios al referirse a las españolas. No les quedaba otro remedio: si querían informar sobre el equipo español tenían que citar a las mujeres.
Resultó un tanto extraño ese descubrimiento en profesionales que, por exigencias de su oficio, debían saber que en deporte no hay milagros y que una medalla olímpica nunca es fruto de la casualidad sino de la suma de talento y trabajo. Pero bien estaba aquella eclosión de admiración si las 11 medallas femeninas podían generar un cambio en los contenidos informativos. Gran error. Tras Londres volvió el silencio. Hoy, las mujeres ya no corren, no saltan, no encestan, no navegan, no juegan competiciones europeas, no ganan campeonatos de liga, han vuelto a desaparecer de las pantallas, de las secciones y diarios especializados. La realidad es otra, pero para los medios informativos el deporte femenino ha desaparecido. Londres no sirvió para nada.
Cuestión de supervivencia
La invisibilidad de la deportista en los medios tiene efectos que van más allá del trato justo con sus logros o de la correcta información. Es también una cuestión de supervivencia de esas mujeres en un sector muy profesionalizado y, lo que es más importante, de la imagen del deporte en una sociedad que, en teoría, abomina del sexismo y alardea de igualdad. Lo que no aparece en televisión ni en prensa, sencillamente, no existe, y esa interpretación mediática niega la supervivencia del deporte femenino. Un informe del CAC (Consell de l'Audiovisual de Catalunya) de abril del 2011 realizado en cinco televisiones públicas concluía que el deporte femenino era testimonial, con apenas el 1,2% sobre el total de la información emitida.
Si la responsabilidad de los periodistas es informar sobre lo que ocurre en el ámbito de su competencia no parece que en deporte se cumpla esa premisa. No se trata de discutir la preeminencia del fútbol, no hay que ser ilusos, pero sí de evitar que lleguen otros Juegos Olímpicos para descubrir con rubor que el deporte femenino también existe.
FUENTE:http://www.elperiodico.com/es/noticias/deportes/existe-deporte-femenino-2335860
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