![]() |
ONG y víctimas piden justicia por la violencia sexual postelectoral de Kenia |
Organizaciones defensoras de los derechos humanos y ocho
víctimas -seis mujeres y dos hombres- de la violencia sexual han
denunciado a las autoridades kenianas por desproteger a la población
durante la ola de violencia postelectoral en 2007 y 2008, cuando
aseguran la Policía perpetró muchos de estos abusos.
Las violaciones y asaltos sexuales fueron solo un tipo de las
atrocidades cometidas en aquellos meses, crímenes de lesa humanidad que
causaron 1.100 muertos por los que el presidente de Kenia, Uhuru
Kenyatta, va a ser juzgado por la Corte Penal Internacional.
Solo en el Hospital de Mujeres de Nairobi fueron atendidas 900 mujeres
tras ser violadas durante aquellos días, recordó hoy ante el Tribunal
Superior de Justicia de Kenia la actual secretaria de la Coalición
Internacional de Juristas (ICJ) de Kenia, Patricia Nyaundi.
"Aquello solo fue la punta del iceberg", declaró la también exdirectora
de la Comisión de Justicia y Verdad (TJRC, en sus siglas en inglés),
puesta en marcha en 2008 para perseguir los abusos cometidos durante la
violencia postelectoral.
Aun cuando los agresores no fueron agentes policiales, "hubo un
problema a la ahora de informar sobre los casos de violencia sexual y de
género por miedo a que el estigma social resultara en una pérdida
familiar y de estatus social", explicó Nyaundi ante el juez de la
División de Derechos Humanos del Alto Tribunal.
La
experta fue la primera persona en testificar en el juicio que se sigue
contra la Fiscalía, la Policía Nacional y el Ministerio de Salud
kenianos por no cumplir con su deber de investigar y juzgar a los
violadores, así como de proveer atención médica a las víctimas.
En la vista de hoy, Nyaundi aseguró que los servicios de inteligencia
kenianos tenían conocimiento de la ola de violencia que podría desatarse
y de "cómo prevenirla".
"La Policía debió de tener
en cuenta esta información", defendió Nyaundi, quien relató los
testimonios de varias mujeres violadas por agentes policiales, a menudo
en grupo, durante la violencia étnica desatada entre finales de 2007 y
principios de 2008.
El 32 % de las víctimas de la
violencia sexual no denunciaron los abusos a la Policía por miedo a ser
atacadas o violadas de nuevo, según el informe de la Comisión de
Investigación de la Violencia Postelectoral de Kenia (Comisión Waki).
Las organizaciones denunciantes son ICJ Kenia, la Coalición sobre la
Violencia contra las Mujeres (COVAW, en sus siglas inglesas), la Unidad
Médico Legal Independiente (IMLU), Físicos por los Derechos Humanos
(PHR).
Junto a ellas, han denunciado los abusos ocho
personas (seis mujeres y dos hombres), que son las primeras víctimas de
la violencia sexual en exigir su reparación ante un tribunal.
Los disturbios de diciembre de 2007 se produjeron cuando los dos
candidatos más votados en los comicios presidenciales se autoproclamaron
ganadores y sus seguidores -pertenecientes a distintos grupos étnicos-
se enzarzaron durante dos meses en un conflicto que causó más de 1.100
muertos, 3.500 heridos y hasta 600.000 desplazados en el país.
Kenyatta, el entonces viceprimer ministro y titular de Finanzas, está acusado de haber financiado las turbas de 2007.
La CPI también enjuicia al vicepresidente de Kenia, William Ruto,
acusado igualmente de crímenes de lesa humanidad por el mismo caso.
Fuente: El Diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario