Siete jugadoras del Asisa Málaga Costa del Sol celebraron con La Opinión de Málaga el ascenso a la División de Honor
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Espe, Alba, Olga, Biga, Pepa, Sonora y Paloma posan sonrientes en la plaza de la Merced.
Arciniega
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El Asisa Málaga Costa del Sol estará la próxima temporada, 13 años después, en la máxima categoría del devolver a Málaga a la elite del balonmano nacional. Un logro para este equipo amateur, en el que las jugadoras no cobran ni un euro y que supone poner la guinda a una temporada espectacular de juego y resultados.
balonmano nacional. Después de superar dos fases de ascenso, las chicas de Diego Carrasco han logrado el objetivo:
Ayer, todavía con el cansancio acumulado, tras regresar de Oviedo a las 5 de la madrugada, buena parte de las jugadoras del equipo quisieron compartir sus experiencias con los lectores de La Opinión de Málaga. Una visita en la que las jugadoras del Asisa mostraron su flamante medalla de plata, conseguida en Oviedo tras caer en la finalísima entre recién ascendidas con el Granollers.
La fiesta del sábado noche en Oviedo fue espectacular. Las jugadoras, después de cenar, salieron a festejar hasta altas horas de la madrugada su logro por las calles de la capital del Principado, a pesar de que para el domingo quedaba el partido frente al Granollers. Ahí solo estaba en juego el título de campeón de la categoría, pero el premio era para los dos finalistas, con el ascenso de categoría.
Las pupilas de Diego Carrasco reconocen que el partido del sábado por la noche, frente al Oviedo, en su cancha, será inolvidable para ellas. Esperanza López, una de las jovencitas del grupo, lo tiene claro. «Fue increíble. Es algo que no se vive muchas veces. Sabíamos que eran 60 minutos para un ascenso y fuimos a por todo». Sonora Solano, una de las porteras, piensa que la clave de la victoria contra el Oviedo fue «saber controlar en la segunda parte cuando ellas nos igualaron». Para Alba Vera, sin embargo, la clave ha sido «la unión del grupo» durante toda la temporada. «Nos hemos apoyado mucho unas a otras», asegura. Olga Artacho, que regresó de Asturias con varias heridas de guerra, tras la final con Granollers, piensa que «tener un banquillo tan amplio facilitó las cosas».
Paloma Cuevas, a sus 21 años, dice que lo vivido este pasado fin de semana es «un sueño hecho realidad, como alcanzar la gloria». «Jugamos muy bien y este ascenso será algo inolvidable para mí».
Todas las jugadoras esperan que ahora los patrocinadores apoyen el proyecto para poder ser un equipo competitivo la próxima temporada. La húngara Biga, con tres temporadas de experiencia en la División de Honor –dos en el Vícar almeriense y una en León–, confía en que Málaga responda con su apoyo al éxito deportivo del equipo. «Ojalá los patrocinadores nos ayuden para poder hacer un buen papel tras este ascenso».
Pero la voz de la experiencia del grupo la pone Pepa. A sus 35 años, es la única del equipo que estuvo ya en División de Honor en la anterior etapa del club, 1999-2001. «Esta temporada teníamos una plantilla muy competitiva, con muchos recursos. No había ni titulares ni suplentes. Ahora, lo que esperamos es que nos ayuden».
Las chicas del Asisa, desde luego, se lo merecen. Enhorabuena.
Fuente: La Opinión de Málaga
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